Dos trenes de pasajeros chocaron de frente ayer por la mañana en el sur de Alemania, y al menos 10 personas murieron y 90 resultaron heridas, informó la Policía.
Los dos trenes chocaron cuando transitaban por una curva y al parecer falló el sistema automático de frenado, dijo el ministro de Transporte.
El accidente ocurrió en la vía única cerca de Bad Aibling, en Baviera, poco antes de las 7 de la mañana y varios vagones volcaron, afirmó el portavoz de la Policía, Stefan Sonntag. Imágenes aéreas captadas por APTN mostraban que el impacto destrozó las dos máquinas, hizo trizas los vagones de metal y varios de ellos se volcaron y descarrilaron.
Las primeras unidades de emergencia llegaron al lugar en cuestión de minutos, pero con un río de un lado y un bosque en el otro, tardaron horas en llegar a los heridos atrapados entre escombros. Cientos de socorristas usaron helicópteros y botes pequeños para trasladar a los lesionados al otro lado del río Mangfall, a donde llegaron ambulancias para llevarlos a hospitales en el sur de Baviera. Nueve personas fueron declaradas muertas de inmediato y una décima murió en el hospital, dijo Sonntag, quien agregó que al parecer entre los fallecidos están los dos conductores de los trenes y una persona sigue desaparecida entre los escombros.
“Tenemos un poco de esperanza de hallarlos todavía con vida. Este es el accidente más grande que hemos tenido en años en esta región”, afirmó.
El operador de trenes Deutsche Bahn informó que los sistemas de seguridad en la zona del accidente fueron revisados la semana pasada, pero el ministro de Transporte, Alexander Dobrindt, sugirió que posiblemente no funcionó apropiadamente un sistema de freno automático si los trenes terminaron en la misma vía. Dobrindt opinó que es demasiado pronto para sacar conclusiones. Dijo que los trenes iban sobre una curva y al parecer ninguno tuvo tiempo de frenar antes de impactarse de frente.
“El lugar está en una curva y tenemos que asumir que los maquinistas no tuvieron contacto visual entre sí y chocaron sin frenar”, dijo el funcionario, agregando que es posible alcanzar una velocidad de 100 kilómetros por hora (60 millas) en el estrecho donde los dos trenes se impactaron.
Agregó que las cajas negras recuperadas de los trenes deberán dar más respuestas cuando sean analizadas. Esta línea ferroviaria suele estar frecuentada por personas que van a Múnich a trabajar y en un día normal trasladaría también a escolares, que ahora están de vacaciones, explicó la prensa local.
No está claro a cuánta velocidad circulaban los trenes en el momento del impacto, pero el operador ferroviario alemán Deutsche Bahn dijo a la prensa local que ese tramo de vía la velocidad máxima permitida es de hasta 120 kilómetros por hora (80 millas por hora).
Los trenes chocaron en una zona remota a unos 60 kilómetros (40 millas) al sureste de Múnich, donde la vía está encajada entre un río y el bosque. Cientos de efectivos de los servicios de emergencias de Alemania y la vecina Austria se desplazaron a la zona y trabajaban entre los restos de los convoyes para ayudar en la evacuación de los heridos.
Los dos trenes, que circulaban por la llamada línea Meridian, descarrilaron parcialmente y quedaron encajados entre sí, explicó la empresa que los opera, Bayerische Oberlandbahn.
El ministro Dobrindt dijo que sus pensamientos estaban con las familias de los muertos y heridos. “Necesitamos averiguar qué paso, si la causa del siniestro estuvo en la tecnología o en un error humano”, dijo. Bayerische Oberlandbahn habilitó una línea telefónica para que los familiares de los pasajeros puedan conocer su estado.
“Esto es una gran conmoción. Estamos haciendo todo para ayudar a los pasajeros, a sus familias y a los empleados”, dijo Bernd Rosenbusch, presidente de Bayerische Oberlandbahn.
En Múnich, el centro de donaciones de sangre de la ciudad emitió un llamado urgente para más contribuciones tras el siniestro. El Servicio de Donación de Sangre de Múnich, que provee productos derivados de la sangre a hospitales locales, afirmó el martes en su sitio web que había “una necesidad aumentada de forma drástica de productos sanguíneos para salvar vidas” tras el choque y pidió donaciones inmediatas.
También en Chile
Un tren de pasajeros arrolló un auto a su paso por las cercanías de la ciudad de San Javier, en una región central de Chile, dejando un balance de seis personas muertas y un herido de gravedad, informaron autoridades.
Un menor que se vio atrapado en el automóvil fue liberado por los bomberos y trasladado al hospital local, dónde se encontraba en estado grave.
El accidente se produjo en la comunidad de San Javier, 270 kilómetros al sur de Santiago, en la región del Maule, cuando el auto por circunstancias que aún se investigan realizó una mala maniobra y no se percató de la llegada del tren, que arrolló el vehículo y lo arrastró durante unos 200 metros.