El papa Francisco expulsó la semana pasada al obispo de Limburgo, Franz-Peter Tebartz-van Elst, mientras la Iglesia investiga por qué invirtió unos $43 millones en la residencia episcopal, suma muy superior a la prevista originalmente.
No se ha dicho cuánto durará el retiro, pero la diócesis indicó que la investigación finalizaría en enero.