Tras 70 años de prohibición, Adolfo Hitler, o mejor dicho su obra célebre Mi Lucha, está de vuelta. Al menos en Alemania. Y es que, este 31 de diciembre de 2015 caducan los derechos de autor que hasta este año poseía de manera exclusiva sobre el polémico libro el Estado alemán de Baviera y gracias a lo cual desde hace 70 años se logró evitar nuevas impresiones del ideario político e ideológico del dictador nazi.
A partir del primer minuto de 2016, cualquiera que así lo desee dentro de territorio alemán, podrá editar y comercializar libremente ejemplares del libro escrito hace 90 años.
Y aunque en realidad la macabra obra nunca ha dejado de circular y ser comercializada en todo el mundo -tan sólo en internet se encuentra al alcance de un clic en distintos idiomas y en países como India, Egipto e incluso México se puede encontrar en librerías de viejo-, en Alemania sí se intentó mantener alejado del público el escrito en el que quedó plasmada la distorsionada concepción del mundo de Hitler.
Fue justo al término de la Segunda Guerra Mundial, en 1945, cuando las vencedoras Fuerzas Aliadas transmitieron los derechos de Mi Lucha al estado de Baviera y éste determinó que cuando menos en los próximos 70 años -tiempo del que sería dueño de los derechos-, el libro no se imprimiría más, al menos dentro del País.
Durante todo este tiempo, las ediciones existentes -cuyo valor como documento histórico es innegable- se limitaban a ser exhibidas en vitrinas de los anticuarios a precios poco accesibles para coleccionistas y en los anaqueles de distintas bibliotecas universitarias para estudiosos de la historia alemana.
Pero a partir del 2016 eso no será más así. Y por ello, en un intento por ganar espacio a nuevas ediciones mal intencionadas, el Instituto de Historia Contemporánea de Múnich pondrá a la venta a partir del lunes 3 de enero una nueva edición crítica de Mi Lucha en la que, con base en argumentos científicos e históricos, se desmienten cada una de las mentiras y verdades a medias plasmadas por Hitler en su obra.
“Mi Lucha es una obra con un doble significado en Alemania. Es una fuente de información histórica pero también un símbolo importante del Tercer Reich, de la cual hasta ahora nadie se había ocupado y uno de los motivos de ello es que se trataba de una publicación prohibida. La intención de ahora es abordarlo (el texto) de una manera crítica, como uno de los últimos restos del nacionalsocialismo”, explicó a Apro el historiador y coordinador de los trabajos de la edición crítica de Mi Lucha, Christian Hartmann.
Se trata de una edición de más de mil 500 páginas con alrededor de 30 mil 700 notas explicativas que irán colocadas al margen del escrito original y cuyo trabajo tomó a los investigadores participantes más de tres años de trabajos.
Esta nueva edición -de la cual se imprimieron en un inicio sólo cuatro mil ejemplares- intenta acabar con el mito nazi y echar por tierra los cuatro grandes ejes de la tesis de Hitler: la supremacía racial del pueblo alemán y el antisemitismo, la violencia como medio de solución y única forma de establecer el orden entre los hombres, el espacio vital para los alemanes que implicaba el desalojo y conquista de nuevos territorios y la dictadura como forma necesaria de gobierno. Por el momento, la nueva edición crítica de Mi Lucha está disponible sólo en alemán y su venta se restringe a Alemania, pero ya se estudia la posibilidad de traducirla al inglés y otros idiomas.
Pone como ejemplo a dictador
Recep Tayyip Erdogan, mandatario de Turquía, puso a la Alemania de Adolf Hitler como ejemplo de un sistema presidencial.
El político, quien desea cambiar el actual sistema parlamentario de su País, fue interrogado en rueda de prensa sobre si era posible lograr un sistema presidencialista a la vez que se mantiene el modelo unitario de Estado.
Erdogan afirmó a los periodistas: “Hay ejemplos en el mundo. También hay ejemplos en el pasado. Si se mira a la Alemania de Hitler, se puede ver”.
El político tiene la intención de cambiar el actual sistema parlamentario de Turquía por uno semejante a los que hay en países como Estados Unidos, Francia o Rusia.