Landshut (AFP) | 28 de noviembre de 2013

Un tribunal alemán condenó ayer a una mujer de 39 años por haber matado a su hija de seis años y a sus gemelos recién nacidos.

La Corte de Landshut, en Baviera (sur de Alemania), consideró que en el momento de los hechos la acusada tenía su capacidad de discernimiento disminuida por lo que no fue condenada a cadena perpetua.

Bianca T., que trabajaba como vendedora en una panadería de su ciudad, confesó los hechos durante la audiencia y renunció a apelar.

Según el relato hecho en la audiencia sobre lo sucedido, el 13 de noviembre del año pasado, la acusada intentó en vano convencer a su pareja y padre de los gemelos, hospitalizado por depresión, de volver al hogar familiar.

En un momento de angustia, esta madre de seis hijos nacidos de tres padres diferentes decidió quitarse la vida. Bianca T. condujo a los tres niños de los que tenía la custodia en su coche hasta un bosque cercano a su domicilio.

Acto seguido, estranguló a su hija de seis años y luego intentó ahogar a sus gemelos sin llegar a matarlos.  

Durante su declaración, Bianca T. impactó a los presentes en la sala al recordar la última frase que le dijo su hija: “mamá, no quiero morir, hoy no, mañana puede ser”.

Tras esto, la mujer se puso de nuevo al volante y envió un mensaje de texto a su pareja, quien avisó a la policía. Durante una persecución en la autopista, Bianca T. estrelló voluntariamente y a gran velocidad el coche contra el guardarraíl. La acusada resultó herida de levedad, mientras que sus gemelos fallecieron tras el choque. Sin embargo, una experta forense demostró que los dos recién nacidos presentaban fracturas óseas previas al accidente de carretera.

Bianca T. afirmó durante el juicio que, a pesar de la gravedad de sus actos, desconocía el origen de estas lesiones.