La localidad bávara de Landshut envió hoy un autobús con 51 refugiados a la Cancillería de Berlín en protesta contra la política sobre solicitantes de asilo de la canciller alemana, Angela Merkel.
“Quiero lanzar una señal de que no se puede, ni se debe, continuar con la política de refugiados emprendida hasta ahora”, explicó el presidente del distrito en el sur de Baviera, Peter Dreier.
Dreier, que acompaña a los refugiados en su viaje a Berlín, aunque él en coche, anunció su espectacular acción ya a finales de octubre. Está previsto que lleguen esta tarde a la capital alemana.
“No se ve para nada el final de la oleada de refugiados, la capacidad de alojar dignamente en nuestro país llega rápidamente a su fin y no veo que hasta ahora se hayan construido nuevos pisos para los inmigrantes”, afirmó.
Se trata de hombres procedentes de Siria con edades comprendidas entre los 21 y 45 años, cuyas solicitudes de asilo ya han sido aceptadas, pero que siguen en centros de refugiados aunque en realidad deberían buscar un piso propio.
Los hombres se presentaron voluntariamente para emprender el viaje a Berlín, donde quieren vivir. En el caso de que no encuentren ningún alojamiento digno en el que vivir, los volverán a traer de nuevo a Baja Baviera.
Dreier informó en una llamada telefónica a la mandataria alemana de sus planes ya a finales de octubre si las cosas no cambiaban. Merkel mostró comprensión por sus planes, informó el político bávaro. Como las cosas no han cambiado nada desde entonces decidió emprender el viaje, comentó.
Baviera, región fronteriza de Alemania por donde entran la mayor parte de los refugiados, se ha convertido en la voz más crítica dentro del país europeo contra la política de puertas abiertas de Merkel y reclama una cuota máxima de 200.000 refugiados este año para evitar que pase como en 2015 cuando llegaron 1,1 millones de solicitantes de asilo.
Fuente: dpa