Al menos diez personas murieron y cerca de 80 resultaron heridas cuando dos trenes de corta distancia chocaron en Baviera, al sureste de Alemania. El accidente se produjo cerca de la localidad de Bad Aibling, a unos cincuenta kilómetros al sureste de Munich, cuando dos formaciones de la compañía Meridian chocaron en un tramo de una sola mano sobre una curva en el trayecto que une las localidades de Holzkirchen y Rosenheim. Hasta el cierre de esta edición se desconocían las causas del accidente.
El choque tuvo lugar en torno de las 6.40, cuando alrededor de 150 personas se desplazaban en los dos trenes que circulaban con direcciones opuestas a pocos kilómetros de la frontera entre Alemania y Austria. El choque destrozó los primeros vagones de ambas formaciones desplomadas a un costado de la vía. Además, como consecuencia del fuerte impacto murieron diez personas –entre ellas, los dos conductores– en tanto que 81 permanecen con heridas de distinta gravedad. Hasta anoche, uno de los pasajeros permanecía desaparecido.
“Una decena de los 81 pasajeros que resultaron heridos lo está de gravedad, ocho de gravedad intermedia y 63 ligeramente”, informó un vocero de la policía. Además, al menos una persona sigue aún desaparecida en el peor choque de trenes ocurrido en la región desde 1975 (ver aparte).
El ministro de Transportes alemán, Alexander Dobrindt, informó que los dos trenes colisionaron a “gran velocidad” y que los maquinistas no tuvieron tiempo de reaccionar porque se vieron entre sí recién en el momento del impacto. “Era una curva, por lo que los maquinistas no tuvieron contacto visual antes del choque”, explicó Dobrindt.
“Es una hora difícil en la historia del transporte ferroviario de Alemania”, aseguró sobre el accidente, ocurrido en un tramo donde se puede circular a una velocidad máxima de 100 kilómetros por hora. “Es el más grave de los últimos años”, agregó el ministro durante en conferencia de prensa.
El ministro de Transportes pidió tiempo para investigar. “Nuestro interés es ahora esclarecer lo sucedido para ver si fue un problema técnico o humano. Sobre esa información podremos sacar conclusiones, pero hay que esperar a tenerlo”, explicó al referir el análisis de las cajas negras de los trenes.
Hasta anoche, los especialistas habían encontrado dos de las tres cajas negras. La tercera permanecía entre el amasijo de hierros que quedó tras el choque.
Las autoridades analizarán si pudo fallar el sistema que se encarga de activar un mecanismo de frenado automático en el caso de que dos trenes se encuentren de frente en una misma vía. El sistema se controló “durante la semana pasada y no se detectó ninguna irregularidad en el examen rutinario”, informó Dobrindt. “Hasta el momento sólo se sabe que un tren se abalanzó sobre el otro y el vagón del segundo quedó destrozado”, añadió.
En las fotografías, se puede apreciar cómo el primer vagón de uno de los dos trenes desprendió en su totalidad el costado del segundo ferrocarril. Tras el impacto, una de las formaciones quedó incrustada en la otra y reducida a escombros.
Los dos trenes de Meridian, que es gestionada por la empresa de Ferrocarriles de Alta Baviera (BOB), debían haberse encontrado a la altura de Kolbermoor –ubicada a unos cinco kilómetros de Bad Aibling–, de acuerdo con el trazado del viaje, explicó el ministro de Interior de Baviera, Joachim Herrmann. “Por qué hubo una desviación del plan de viaje es algo que deberá investigarse ahora”, agregó.
De acuerdo con los diarios locales, el siniestro pudo ser un “error humano” aunque no se aclaran responsables pese a ciertas informaciones en torno a un posible error de controlador de estación. La policía sin embargo descartó estos rumores catalogándolos como “pura especulación” e insistió en seguir investigando en “todas las direcciones posibles”.
Los trabajos de rescate fueron “extremadamente difíciles” ya que la zona del siniestro se encuentra en un bosque al lado del río Mangfall. En las tareas de emergencias participaron cerca de 700 efectivos con numerosas ambulancias y helicópteros.
El choque tuvo lugar entre el río y una colina, por lo que las ambulancias no podían acceder al sector. Debido a ello, los heridos graves fueron trasladados en helicópteros.
Los heridos que presentaban mayor gravedad fueron trasladados a los hospitales cercanos donde se cancelaron todas las operaciones previstas para contar con suficiente capacidad. Las personas con heridas leves fueron tratadas en el lugar del accidente. En esta tarea participó la organización de socorrismo acuático, que trasladó a las víctimas al otro lado del río, de mejor acceso.
La canciller alemana, Angela Merkel, se mostró conmocionada por el grave accidente y manifestó sus condolencias para las familias de las personas que han perdido la vida. “También están en mis pensamientos los numerosos heridos del accidente. Les deseo una rápida y en lo posible, completa recuperación”, afirmó Merkel a través de un comunicado.
En los trenes que cubren este tramo se encuentran normalmente numerosos trabajadores que acuden a sus puestos de trabajo, algunos de los cuales continúan hasta Munich.
“Por suerte, las vacaciones escolares de carnaval evitaron que los trenes estuvieran llenos y que hubiera estudiantes viajando como suele ser habitual en los días laborables normales”, declaró el jefe de la Policía del sur de Alta Baviera, Robert Kopp.
El tramo de 37 kilómetros entre Holzkirchen y Rosenheim fue cerrado por completo tras el siniestro. De momento se desconoce cuándo volverá a abrirse la ruta. La retirada de los escombros puede durar varios días, debido a que se trata de un lugar de difícil acceso. Los ferrocarriles alemanes han activado un servicio de autobuses para cubrir el trayecto.
En señal de respeto los principales partidos políticos del país cancelaron el tradicional miércoles de ceniza político en Baviera, en el que los líderes debaten sobre temas de actualidad.
En Baviera el siniestro más grave se remonta a 1975, cuando dos expresos chocaron frontalmente a la altura de Warngau causando la muerte a 41 personas.