Berlín.- Horst Seehofer, primer ministro bávaro y socio de la canciller alemana, Angela Merkel, reclamó un límite máximo de 200.000 refugiados al año, en unas declaraciones publicadas hoy en el dominical Bild am Sonntag.
“En base a experiencias del pasado puedo decir: en Alemania no tenemos problema alguno con la llegada anual de 100.000 o un máximo de 200.000 solicitantes de asilo y refugiados de guerras civiles”, declaró el presidente de la Unión Cristianosocial (CSU), reseñó DPA.
“Esta cifra es asumible y funciona también a la hora de la integración. Todo lo que supere esta cifra es a mi modo de ver demasiado”, indicó el líder de la rica región en el sur del país y por la que ingresan la mayoría de refugiados a Alemania.
Merkel rechaza vehementemente establecer cualquier tipo de límite máximo a la llegada de refugiados, una posición que volvió a quedar reafirmada en el último congreso federal de la Unión Cristianodemócrata (CDU) en diciembre. Mientras, la oposición criticó la propuesta de Seehofer que calificó de “populista”.
Seehofer recordó que a la cifra de refugiados que llegan a Alemania hay que sumar un gran número de inmigrantes que llegan al país gracias a la libre circulación en la Unión Europea (UE) y que pueden llegar a cerca de medio millón de personas.
El presidente de la CSU, la voz más crítica dentro del Gobierno de Merkel con la política de puertas abiertas de los refugiados del Ejecutivo alemán, teme que el número de refugiados aumente notablemente en 2016 respecto al año pasado sino se ponen medidas.
“El objetivo central para 2016 debe ser limitar el número de refugiados. Actualmente estamos muy lejos de este objetivo”, alertó.
“En diciembre llegaron de media al día a Baviera 4.000 refugiados. Si se calcula a nivel anual esta cifra alcanzaría los cerca de 1,5 millones de personas. Ésta sería superior a la registrada en todo el 2015 y no se podría asumir en ningún caso”, indicó.
De acuerdo con datos del Gobierno bávaro, a lo largo de 2015 llegaron casi 1,1 millones de refugiados al país.
En el Gobierno de coalición formado por la CSU, la CDU y el Partido Socialdemócrata (SPD) tienen como objetivo reducir notablemente la llegada de refugiados, pero sin fijar un máximo.
“El discurso permanente sobre un límite máximo nacional no es de ninguna ayuda”, aseguró el jefe de la fracción parlamentaria del SPD, Thomas Oppermann.
La secretaria general del SPD, Katarina Barley, reclamó a la CDU y la CSU poner fin a sus enfrentamientos sobre el tema. “Angela Merkel y Horst Seehofer deberían alcanzar un acuerdo en el seno de la Unión (CDU/CSU). Su disputa crea inseguridad entre la gente”, afirmó tres días antes de que Merkel y Seehofer participen en el encuentro de diputados de la CSU en Wildbad Kreuth, en el sur de Baviera.
La presidenta de Los Verdes, Simone Peter, calificó la propuesta de Seehofer como “sin escrúpulos y miserable”. Un límite de 200.000 refugiados va contra todos los principios morales y legales y está motivado por puro populismo, criticó.
Sin embargo, Seehofer no está solo en su propuesta. El ministro de Transporte alemán, Alexander Dobrindt (CSU), apoya este límite. “Si la capacidad de integración tiene un límite, si la capacidad de carga de nuestro sistema social está limitada y nuestro mercado laboral no es ilimitado, entonces debemos poner también un límite máximo a la inmigración”, declaró en la revista germana Focus.
La CSU quiere acordar en Kreuth la reclamación de detener la entrada de refugiados sin papeles. Quien no tenga documentos de identidad deberá ser devuelto directamente a la frontera, indican desde el partido bávaro.
Asimismo, tanto la CSU como la CDU quieren hacer obligatorio que los inmigrantes que lleven tiempo en el país tengan que ir a clases de alemán, si no quieren ver recortadas sus prestaciones.
En tanto, los controles en la frontera alemana se mantendrán en funcionamiento, de acuerdo al ministro de Interior bávaro, Joachim Herrmann (CSU).
Mientras no se defienda la protección de las fronteras exteriores de la zona Schengen en otros Estados de la Unión Europea y con ello el registro de todos los nuevos refugiados, no podremos acabar con los controles en nuestra frontera, explicó el ministro.