Múnich. Los fanáticos de la cerveza ya viven su cita cumbre del año: en Munich quedó hoy inaugurada una nueva edición de la célebre Oktoberfest, la mayor fiesta popular del mundo, cuando el alcalde de la ciudad abrió el primer barril de cerveza.

“O’zapft is!” (“¡ya está abierto!”), gritó el socialdemócrata Dieter Reiter tras perforar el barril con cuatro golpes de martillo.

“¡Por una fiesta pacífica!”, brindó el alcalde, que debutó este año en la fiesta ataviado con los pantalones de cuero típicos de Baviera.

Así quedó oficialmente inaugurada la edición 181 de la Oktoberfest, por la que pasarán hasta el 5 de octubre unos seis millones de visitantes de todo el planeta, casi siete millones de litros de cerveza y toneladas de salchichas y otras comidas típicas.

Pese al día otoñal y la lluvia, miles de visitantes se acercaron ya desde primera hora al recinto situado en el Prado de Teresa, donde se celebra el festival, ataviadas con Lederhosen (los pantalones de cuero bávaros) y Dirndl (el traje regional de las mujeres).

Como viene ocurriendo desde la primera edición en 1810, el traslado se convirtió en uno de los mayores desfiles del mundo con trajes populares. Algunas de las tiendas en las que se celebra la fiesta tuvieron que cerrar al llenarse ya antes de la inauguración.

Además de una fiesta masiva, el Oktoberfest es un jugoso negocio para Munich. Cada visitante gasta una media de casi 70 euros (89 dólares). La edición de 2013 atrajo 6.4 millones de personas que bebieron unos 6.7 millones de litros de cerveza acompañados por 114 bueyes, 58 teneros y miles de salchichas y patas de cerdo.

A lo largo de los 345 mil metros cuadrados del Theresienwiese, también conocido por los muniquenses como el Wiesn, más de 140 locales se ocupan de que la cerveza no falte. El recinto cuenta con 114 mil sitios para sentarse a la mesa.

Los precios pueden marear a algunos visitantes más que la propia cerveza. Por cada vaso de un litro hay que desembolsar este año entre 9.70 y 10.10 euros, con lo que el llamado Mass superó por primera vez la barrera de los diez euros.