Polonia anunció que dejará de aceptar a inmigrantes refugiados como parte del programa de acogida de la Unión Europea (UE), después de los ataques.
El ministro polaco de Asuntos Europeos entrante, Konrad Szymanski, indicó que existe “la necesidad de una revisión más profunda de la política europea hacia la crisis migratoria”.
Aclaró que Polonia sólo aceptará refugiados nuevamente si recibe garantías de seguridad, puntualizando que esa es una condición clave, pero sin especificar qué tipo de garantías se esperan.
En el programa de acogida de la UE, unos 160 mil refugiados registrados en países como Grecia e Italia deben ser reubicados en todo el bloque de 28 Estados miembros y Polonia aceptó recibir a cuatro mil 500 más de los dos mil que ya ha tomado.
El gobierno entrante, del conservador partido Ley de Polonia y Justicia (PiS), ganó las elecciones del 25 de octubre próximo impulsando una plataforma que incluía negarse a permitir a los inmigrantes el acceso al país, y tomará posesión el próximo lunes.
Las medidas anunciadas por Polonia reflejan el temor de nuevos ataques. Soldados armados con fusiles automáticos patrullan los alrededores del Coliseo de Roma y la Plaza de San Pedro, en el Vaticano, evidencia de que Italia toma precauciones adicionales al igual que sus vecinos.
En Gran Bretaña, las autoridades cerraron una de las terminales del segundo aeropuerto del país por varias horas, luego que un hombre pareció arrojar un arma de fuego al piso.
Hasta ahora Europa, por lo general, no aplica controles fronterizos en tierra, pero la tragedia motivó a autoridades en varios países a reinstaurarlas. Algunos gobiernos provinciales juraron aplicar esas revisiones aun si los gobiernos nacionales no lo hacen.
El ministro de finanzas de Baviera, una provincia de Alemania, insistió en que cada país tiene derecho a saber quién entra a sus fronteras.
“Los días de fronteras libres e inmigración ilegal no pueden continuar”, dijo Soeder al semanario Welt am Sonntag. “Lo que ocurrió en París lo cambia todo”.
Si Alemania no protege sus fronteras, añadió, “Baviera lo hará por su cuenta”.
Tras casi 15 horas de vuelo, con una escala en Gander, Canadá, el presidente Enrique Peña Nieto arribó a Antalya, Turquía, para participar en los trabajos de la Cumbre de los líderes del Grupo de los 20 (G20).
El mandatario mexicano fue recibido por la embajadora de México en Turquía, Martha Bárcenas Coqui, así como por el director general de protocolo, el embajador Miguel Malfavón, y posteriormente se dirigió hacia el hotel donde se hospedará.
Se prevé que la primera actividad del titular del Ejecutivo federal sea una cena que ofrece el presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, y su esposa, Emine Erdogan, a los líderés del G-20.
La cumbre se desarrollará bajo un estricto operativo de seguridad, que abarca varios kilómetros a la redonda de la sede de la reunión a la que asistirán los presidentes de Argentina, Australia, Brasil, Canadá, China, Francia, Alemania, India e Indonesia.
Asimismo, Italia, Japón, Corea del Sur, Rusia, Arabia Saudita, Sudáfrica, Turquía, Gran Bretaña, Estados Unidos y la Unión Europea, además de España, como invitado permanente.
Francia será el país ausente debido a que el presidente Francois Hollande canceló su participación por los atentados ocurridos la víspera.
Con información de AP y Notimex.