Los diputados de los cuatro grupos del Parlamento alemán mantienen hoy sus reuniones previas a la sesión extraordinaria de mañana, en que se votará en la cámara baja el inicio de las negociaciones para el tercer rescate a Grecia.

Pese a que se da por hecho que el Gobierno de Angela Merkel recibirá el mandato del plenario para abrir esa negociación, hay expectación ante el presumiblemente notorio cómputo de votos disidentes que puedan escaparse a las filas gubernamentales.

Se estima que hasta un centenar de diputados del grupo conservador -integrado por la Unión Cristianodemócrata (CDU) de la canciller y su hermanada Unión Socialcristiana de Baviera (CSU)- podría votar en contra o abstenerse.

Entre la CDU y la CSU suman un total de 311 escaños, mientras que su socio en la gran coalición de gobierno, el Partido Socialdemócrata (SPD), tiene 193 diputados, lo que les da una cómoda mayoría entre los 631 puestos del Bundestag.

Desde las filas de la oposición, se espera que Los Verdes respalden la apertura de la negociación, base para la aprobación de un tercer rescate, ya que hasta ahora esa formación siempre apoyó las ayudas a Atenas.

Del grupo de la Izquierda, en cambio, se esperan votos en contra, por su rechazo a las duras medidas de austeridad, pese a su condición de partido hermano de Syriza, la formación del primer ministro griego, Alexis Tsipras.

Antes de abrirse las consultas entre los diputados, el líder del grupo socialdemócrata, Thomas Oppermann, afeó públicamente la posición del ministro de Finanzas, Wolfgang Schäuble, quien hoy planteó de nuevo la posibilidad de un “grexit” (salida de Grecia del euro) temporal.

“Espero de todos los miembros del Gobierno, sin exclusiones, una posición coincidente”, dijo Oppermann, después de que Schäuble insistiera hoy, en declaraciones a la radio pública, en mantener su propuesta de una salida de Grecia por cinco años de la zona euro, así como un no rotundo a una quita de la deuda griega.

“Mientras Grecia se mantuvo en una posición poco constructiva, era lícito sopesar un Plan B. Tras la decisión de ayer del Parlamento griego (a favor del acuerdo con sus socios del euro) tenemos que tirar todos de la misma cuerda y defender de forma cohesionada el Plan A”, insistió el líder socialdemócrata.

La postura de Schäuble ha provocado fuertes tensiones en la gran coalición de gobierno que encabeza Merkel, aunque desde la perspectiva de la opinión pública parece que tiene un notable respaldo, ya los sondeos colocan al titular de Finanzas en su mejor momento de popularidad.

En Alemania es preceptivo que el Gobierno someta al voto del Parlamento el mandato para abrir la negociación de un rescate con el Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEDE).

Tanto Merkel, presidenta de la CDU, como el líder del SPD y vicecanciller, Sigmar Gabriel, y el jefe de la CSU bávara, Horst Seehofer, han defendido estos días el acuerdo alcanzado en Bruselas como una solución sólida frente a la crisis griega.

Según lo acordado entre los líderes de la eurozona, el nuevo paquete de rescate para Grecia alcanzará hasta 86.000 millones de euros y tendrá tres años de duración.

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