Anteriormente, Hermann pidió a las autoridades del Gobierno central reforzar la presencia policial durante la popular fiesta bávara, que atrae a visitantes de todo el mundo, para separar a los refugiados de los asistentes.

“Nuestro objetivo es separar a dos grupos muy diferentes de personas para prevenir que se den situaciones de conflicto”, dijo el político bávaro: “especialmente en las tardes de los fines de semana, si tenemos asistentes que han bebido más de la cuenta en el Oktoberfest mezclándose con tantos refugiados como hemos visto estos últimos días, podrían producirse situaciones tensas”, agregó.

El Oktoberfest arrancará el próximo 19 de septiembre y durará hasta el domingo 4 de octubre.

Este domingo Alemania implementó el control fronterizo en su frontera con Austria y suspendió el tráfico ferroviario con este país.

En lo que va de año, más de 430.000 refugiados, en su mayoría procedentes de Siria y Afganistán, han alcanzado las costas europeas tras cruzar el Mediterráneo, según los datos que publicó el viernes la Organización Internacional para las Migraciones.

La actual crisis de refugiados es la mayor que el mundo vive desde el fin de la Segunda Guerra Mundial, dice la Comisión Europea.