El gobierno del estado alemán de Baviera informó que en las últimas 48 horas llegaron más de 12.000 refugiados, que fueron ubicados en tres nuevos centros de recepción, pero anticipándose a las decenas de miles más que están en camino, las autoridades pidieron ayuda y solidaridad al resto del país.
El secretario general de la Unión Socialcristiana, Andreas Scheuer, el aliado bávaro del gobierno de la canciller Ángela Merkel, celebró la hospitalidad mostrada a lo largo del fin de semana por cientos de ciudadanos, aunque recordó que su fuerza, que gobierna localmente, no está de acuerdo con la decisión de abrir las fronteras.
“Alemania no puede resolver en solitario los problemas de migración de este mundo”, dijo Scheuer, cuyo partido es considerado como el ala bávara de la Unión Cristianodemócrata de Merkel, según la agencia de noticias EFE. Pese a esa oposición y a la tensión que domina la coalición de gobierno, los gobiernos de Baviera y de su capital, Munich, abrieron varios centros de refugiados, los tres principales en esta última ciudad.
Dos fueron instalados en salas del principal pabellón de ferias de Munich y el tercero cerca de la estación de tren a donde llegan las columnas de refugiados que vienen viajando a través de los Balcanes y que, después de varios días de tensión, espera y hasta represión, lograron cruzar Hungría y Austria.
El gobierno de Bavaria, el estado más grande Alemania, informó que a lo largo del día de ayer alrededor de 7.000 refugiados llegaron desde Austria y hoy el número rondaba en 5.300, según la cadena de noticias CNN.