La iniciativa, impulsada por la oposición alemana, fue rechazada anteriormente por la canciller alemana, Angela Merkel, ya que estaba consciente de que el planteamiento de la idea pondría en tensión la relación de Berlín con su principal aliado, Washington.

El primer ministro de Baviera (sureste), Host Seehofer, así como el presidente del Partido Socialdemócrata de Alemania (SPD), Thomas Oppermann, han considerado inevitable elaborar una investigación del espionaje de la NSA para aclarar el asunto.

A su vez, Michael Grosse-Broemer, miembro de la Unión Demócrata Cristiana (CDU) de Merkel, ha señalado al respecto: “si la oposición considera que se debe crear una comisión de investigación, no vamos a interponernos en el camino”.

En las últimas semanas los dos partidos opositores alemanes: Los Verdes y el Partido de Izquierda (Die Linke) exigieron que se creara una comisión investigadora.

Todavía no está claro si el panel invitaría a Edward Snowden, el excontratista de la NSA, a dar testimonio sobre el espionaje llevado a cabo por la agencia.

El diputado alemán de Los Verdes, Hans-Christian Stroebele, quien viajó en octubre de 2013 a Rusia y se reunió con Snowden en Moscú, afirmó que Snowden acordó ayudar en las investigaciones de Alemania sobre los informes de que EE.UU. espió a Merkel.

La indignación mundial sobre la vigilancia de Washington se disparó después de que los documentos infiltrados por Snowden revelaran que la NSA había espiado las conversaciones telefónicas de decenas de líderes mundiales, entre ellos Merkel.

En un informe publicado el 26 de octubre de 2013, el semanario alemán “Der Spiegel” basándose en documentos de Edward Snowden afirmó que el teléfono móvil de Merkel, estaba en la lista de objetivos de la NSA desde el año 2002.

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