12 personas murieron a causa de las intensas lluvias caídas en los últimos días en Alemania, Austria, Eslovaquia, República Checa y Polonia, donde áreas rurales y urbanas se encuentran sumergidas bajo las aguas.
Al visitar zonas anegadas, en Baviera, la canciller alemana, Angela Merkel, prometió una ayuda de 100 millones de euros a las personas que sufrieron daños en sus viviendas.
En Sajonia, 10 mil personas tuvieron que abandonar sus casas y trasladarse a los albergues.
En la República Checa, sus habitantes tuvieron que improvisar canoas en algunas aldeas rurales.
En Praga, las autoridades protegieron el Centro Histórico con diques ante el posible desbordamiento del Río Moldava.