La conservadora Unión Demócrata-Cristiana (UDC) de la canciller Ángela Merkel, y su aliada Unión Social Cristiana de Baviera (USC), han sido los grandes ganadores en las elecciones federales celebradas ayer domingo en Alemania, según los resultados provisionales dados a conocer por Das Erste, la primera cadena de televisión del país, el mismo domingo por la noche.
Los dos partidos consiguieron el 41,8 por ciento de los votos escrutados, mientras que el principal partido de la oposición, el Partido Socialdemócrata (SPD), obtendría el 25,5 por ciento. Asimismo, los Verdes (Grüne), el Partido Democrático Liberal (FDP) y La Izquierda (Die Linke) se situarían, respectivamente, en el 8,4 por ciento, el 4,7 por ciento y el 8,5 por ciento de los sufragios emitidos.
Así, la coalición liderada por Merkel resultó claramente ganadora en estos comicios. “Los vítores expresan nuestra alegría. Es un resultado estupendo. De los temas concretos nos pondremos a hablar mañana después de conocer el resultado final. Pero hoy ya podemos celebrarlo. ¡Hicimos un gran trabajo!”, comentó Merkel.
La tasa de apoyo de los socialdemócratas ascendió al 25,5 por ciento, un 2,5 por ciento superior al cosechado en 2009. Aunque a la vista de las encuestas previas ya estaban psicológicamente preparados para este resultado, los miembros del principal partido de la oposición se negaron a revelar intención alguna a propósito de la formación del gabinete.
“Por el momento la situación es incierta. Hoy no queremos especular sobre los cambios en el gobierno. Eso es cosa de la señora Merkel, quien deberá estar pensando en ello”, dijo su candidato Peer Steinbrück.
Por su parte, La Izquierda mostró su satisfacción con el 8,5% por ciento obtenido: “¡Desde 1990 hemos estado soñando con convertirnos en la tercera fuerza política de Alemania!”, declaró emocionado el líder del partido, Gregor Gysi.
Con un ajustado 4,8 por ciento y sin llegar por tanto al 5 por ciento mínimo necesario para gozar de representación en el parlamento, el Partido Democrático Liberal vivió una noche amarga. Por primera vez en la última década fracasó de forma estrepitosa al no poder siquiera mantener sus escaños en el parlamento.
“Como candidato del FPD a primer ministro, responderé debidamente ante este resultado. Nos esforzaremos por rejuvenecer nuestro partido”, dijo Rainer Brüderle, la cara más visible del socio menor de la coalición de Merkel.
Al mismo tiempo, el líder del FPD, Philipp Rosler, decidió asumir la total responsabilidad y renunciar a la dirigencia.
“Estoy dispuesto a asumir personalmente la responsabilidad política necesaria. Que no quepan dudas al respecto”, afirmó.
Los datos ofrecidos en las últimas horas apenas ofrecen ligeras fluctuaciones. Se estima que en el nuevo parlamento, la CDU y la CSU controlarán, en total, 301 escaños, mientras que el SPD conseguirá 180 escaños, La Izquierda obtendrá 59, y los Verdes, 58. Si no hay cambios significativos, la coalición encabezada por la canciller Merkel podrá ejercer su autoridad prácticamente en solitario.
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