Berlín, G. CASADEVALL
Las elecciones regionales del «land» de Baviera, a una semana de las generales alemanas, se saldaron ayer con una victoria por mayoría absoluta para los aliados bávaros de la canciller Angela Merkel y un aviso a su aspiración de reeditar su coalición con los liberales, que se han quedado fuera del parlamento local.
Baviera, el «land» más conservador y próspero de Alemania, devolvió a la Unión Socialcristiana (CSU) -hermanada con la Unión Cristianodemócrata (CDU) de Merkel- el dominio absoluto perdido en 2008, al alcanzar un 48,8 % del voto, según resultados parciales difundidos por la televisión pública ZDF.
El socio de Merkel en esta legislatura, el Partido Liberal (FDP) quedó en un 3,1 % -casi dos puntos por debajo del 5% preciso para obtener escaños-, un duro revés que el líder de la formación y ministro de Economía de Merkel, Philipp Rösler, se apresuró a afirmar que no debe extrapolarse a escala federal.
Las especificidades sociopolíticas de Baviera, donde la CSU domina desde hace 60 años y cuya tasa de desempleo es aproximadamente la mitad que la del resto del país, sustentan, en parte, el argumento de los derrotados, dispuestos a no darse por vencidos. Pero los resultados dan alas a la oposición en la carrera hasta los comicios del próximo domingo y refuerzan la tesis de que la pelea por la Cancillería no está sentenciada, por mucho que Merkel mantenga su ventaja frente al socialdemócrata Peer Steinbrück.
En Baviera, el Partido Socialdemócrata (SPD) quedó en un 20,6 %, muy por debajo de la CSU y ello a pesar de estar liderado por Christian Ude, popular alcalde de Múnich desde hace veinte años. La cifra supone un aumento respecto al 18,6 % de 2008, lo que fue festejado en la central del SPD de Berlín como si de un gran éxito se tratara.
«La carrera no está cerrada. Al contrario, ahora empieza de verdad», dijo Steinbrück en la capital alemana, mientras Los Verdes -con un 8,5 % en Baviera-, celebraron sin disimulos el hundimiento liberal. Con todo, la arrolladora victoria de la CSU en Baviera tiene su riesgo para Merkel, que repetidamente ha rechazado las propuestas populistas del líder de la formación y primer ministro bávaro, Horst Seehofer, como la de implantar un peaje en las autopistas, sólo para extranjeros.
Merkel aspira a ser reelegida para un tercer mandato encabezando una coalición con los liberales, aunque tampoco ha descartado de plano otras posibilidades, la más plausible de las cuales sería una gran coalición con el SPD como la que lideró en su primera legislatura. Un sondeo difundido ayer colocaba a los liberales por debajo del 5 % necesario para obtener escaños también en las generales del próximo domingo. Las encuestas muestran una reducción paulatina de la distancia que separa a la CDU/CSU del SPD, que se sitúa ahora a unos 12 puntos por debajo del partido de la canciller. La CDU/CSU sigue perfilándose como primera fuerza, con un 38%-40 %, frente al 26%- 28 % del SPD, mientras que a los Verdes y La Izquierda se les pronostica un 11 y un 8 %, respectivamente. Salvo sorpresas, no se pronostican escaños ni para los Piratas ni para los nuevos euroescépticos de la Alternativa para Alemania (AfD).