Los abusos sexuales del hermano del papa
La muerte, que los alcanzó primero, fue el único castigo que recibieron, además del repudio general del que ahora son objeto. Todo sucedió en el coro oficial de la Catedral de Pedro en Baviera (Alemania), donde varios sacerdotes, entre otros, abusaron de más de 200 inocentes niños.
Franz Wittenbrink, hoy un conocido compositor, fue quien realizó las primeras denuncias por abuso sexual, en 2010, cuando declaró a la revista alemana Spiegel que habían abusado de él de diferentes modos, mientras formó parte del coro que, por esas cosas del destino, es dirigido ahora por Georg Ratzinger, hermano del Papa Benedicto XVI.
INVESTIGACIÓN
Hecho público el asunto, la Iglesia Católica decidió contratar al abogado Ulrich Weber, de forma tal que descubra todo lo que ocurría en la Catedral de Pedro, en Baviera. Así, se reveló que no se trataba de un caso aislado, sino de uno más de los cientos que se perpetraron en el coro dirigido durante 30 años por Georg Ratzinger.
De acuerdo a su lamentable estadística, el número de niños víctimas de abusos físicos o sexuales asciende a 231, cifra que es mucho mayor (más de tres veces) a lo que la Iglesia había reconocido con anterioridad (en febrero de 2015 solo figuraban como víctimas 72 menores), según el portal informativo The Local.
Weber dijo que los casos denunciados por abuso incluyen delitos que van desde caricias hasta violación, pasando también por abusos físicos, como retención de alimentos y palizas.
En detalle, informó de que en al menos 40 de los 231 casos de abuso hubo violencia sexual “desde tocamientos hasta violaciones”, y añadió que “la mayoría de los casos tuvieron lugar entre mediados y finales de la década de 1970”. Asimismo, dijo que entre 1953 y 1992, aproximadamente un tercio de los alumnos del coro y de la escuela adjunta sufrieron algún tipo de abuso físico, desde golpizas hasta la privación de comida.
En este sombrío escenario, Weber informó que las víctimas denunciaron ya a 10 autores de estos crímenes, quienes deberán vivir con el repudio bajo sus hombros. Lo malo, agregó, es que la mayoría de ellos fallecieron hace algunos años, producto de su avanzada edad.
“La mayoría de los supuestos perpetradores ya fallecieron y no se espera que el resto enfrenten cargos penales, porque los presuntos delitos ya prescribieron”, indicó Weber, sin ocultar su indignación y molestia por el asunto.
PRINCIPAL AGRESOR
Según las labores que realizaba en el marco de su investigación sobre el escándalo en torno a “Domspatzen”, el coro oficial de la Catedral de Pedro en Baviera, el principal agresor sexual habría sido Johann Meier, quien desgraciadamente murió antes de rendir cuentas al respecto.
“Solía llevar a dos o tres niños de 8 y 9 años a su habitación por la tarde y allí les daba vino y se masturbaba con ellos”, recuerda Franz Wittenbrink, cuando se refiere a él. Wittenbrink, es preciso indicar, fue objeto de abusos sexuales por parte de dos profesores entre 1970 y 1980, mientras formaba parte del coro.
Ante ello, el hermano de Benedicto XVI, Georg Ratzinger, tras la polémica en 2010, negó estar al corriente de la violencia y los abusos sexuales llevados a cabo durante décadas en el centro. “Esas cosas nunca se discutían”, dijo Georg Ratzinger al diario alemán Passauer Neue Presse.
Asimismo, afirmó que después de la muerte de Johan Meier se enteró de que este era “muy violento”. “Si en su momento hubiera sabido de la excesiva violencia le habría dicho algo”, sostuvo. Johann Meier, según se sabe, era director de la escuela adjunta al coro entre 1953 y 1992, año de su muerte.
Para Weber, sin embargo, Georg Ratzinger estaba al tanto de los abusos, en su condición de director musical de la Catedral de Ratisbona entre 1964 y 1994. “Después de mi investigación, debo asumir que sí”, declaró, agregando que “los eventos fueron conocidos de manera interna y criticados, pero casi no tuvieron consecuencias”.
De otra parte, cabe mencionar que la diócesis de Ratisbona publicó en su página web el informe previsional del caso, junto a un sermón que dio el obispo Rudolf Voderholzer hace un año, donde expresó su pesar por el presunto abuso al que habrían sido sometido los menores. La diócesis había ofrecido previamente pagar 2 mil 500 euros en daños a cada una de las víctimas.
El coro que investigó Weber forma parte de uno de los más antiguos del mundo. Los historiadores señalan que este grupo de música litúrgica fue fundado en el año 975 por el obispo Wolfgang von Regensburg. En la primera mitad del siglo XX, el coro adquirió fama mundial, lo que le llevó a iniciar una gira por varios países. Durante el dominio nazi de Alemania, Hitler utilizó el coro como instrumento de propaganda exterior y asistió incluso a seis de sus conciertos.