Adolf Hitler, el fuhrer, es protagonista de tres novelas de éxito en Europa, y para fines del año próximo, en Baviera podrá leerse, en versión corregida, su opus, Mein Kampf. Sin embargo, creer que los alemanes se han vuelto nazis sería ingenuo, más o menos como pensar que los argentinos que festejaron la chirinada de Malvinas y el Mundial 78, y que ahora festejan la idea de que Jacques Lacan era un fascista y que Gilles Deleuze, su amigo, era populista, son algo más que ignorantes.