Supo ser una de las mandatarias con mejor reputación. Hace unos años el pueblo alemán la posicionaba como una de los grandes líderes que había logrado cambiar al país, consolidar su posición de poder global y convertirlo en un centro económico, científico y cultural.
Sin embargo, el panorama popular ya no es tan positivo para la canciller Angela Merkel. Hoy, uno de cada tres alemanes quiere que abandone el gobierno. Y todo por su política frente a los refugiados.
Por eso, esta mañana, en un discurso que pronunció ante el Parlamento alemán en la antesala de una nueva cumbre de los países de la Unión Europea, Merkel defendió su gestión en la crisis de los refugiados y llamó a los socios europeos a aunar fuerzas para afrontar el desafío que plantea la inmigración masiva de Cercano Oriente y África.
“No es exagerado decir que esta tarea es una prueba de fuego histórica para Europa”, recalcó la mandataria y agregó: “Aislarse en el siglo XXI del Internet también es una ilusión (…) y no es una alternativa ni para Alemania ni para la Unión Europa”, lanzó en dirección a países como Hungría, que erigió una valla en sus fronteras para frenar el paso de refugiados, y al mismo tiempo a las crecientes demandas en sus propias filas a limitar la inmigración.
Desde Múnich, el principal crítico de Merkel, el primer ministro de Baviera y socio conservador, Horst Seehofer, llamó a la canciller a limitar la avalancha de refugiados. “Lo que la gente quiere son hechos”, lanzó Seehofer ante el Parlamento regional bávaro, y recordó que 300.000 personas llegaron a su estado en busca de asilo entre principios de septiembre y el 13 de octubre.
“Si la clase política no pone límites, la gente le pondrá límites a la clase política y lo hará retirándole la confianza”, advirtió Seehofer, de acuerdo a la agencia DPA.
Los partidos de Merkel, las uniones demócrata y socialcristianas (CDU/CSU), que rozaron la mayoría absoluta en las elecciones generales de 2013 con 41,5 por ciento, cayeron en las preferencias electorales al nivel más bajo desde entonces, un 38 por ciento, según señala un sondeo del instituto Insa.
En su discurso ante el Bundestag, la mandataria pidió una vez más un reparto más equitativo de los refugiados. Alemania es el país de la UE que más refugiados recibe. Según los cálculos oficiales, este año podrían llegar unos 800.000, pero otras estimaciones indican que la cifra superará el millón.
La Cámara baja del Parlamento votará hoy una serie de medidas para endurecer la normativa de asilo político, introducir nuevos países en la lista de los conocidos como “Estados seguros de origen”, repatriar a los refugiados cuyas solicitudes hayan sido denegadas e incrementar la ayuda económica a los estados federados alemanes.
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