Si Cristiano Ronaldo confirma en el Allianz Arena que sus armas están bien calibradas, sus músculos bien lubricados y sus articulaciones a punto, el Real Madrid no teme sufrir quemaduras en el incendio que amenaza con provocar el Bayern en la vuelta de semifinales de Champions del próximo martes. «No nos importa que quemen los árboles», ironizó Marcelo tras el paseo sabatino de los blancos ante Osasuna. El director general del Bayern, Karl-Heinz Rummenigge, puede caldear el ambiente en la capital bávara pero esta vez las amenazas no asustan a los blancos, que afrontan la cita cumbre en su mejor momento y disponen de excelente material técnico y humano para sofocar cualquier fuego que brote en Múnich.
Aunque ni por asomo el campeón de Europa y de la Bundesliga concederá las mismas facilidades que un inofensivo Osasuna, los misiles de Cristiano dan seguridad a los madridistas. Después de un mes afectado por esas lesiones en la rótula y el bíceps femoral izquierdo y de jugar a medio gas la ida ante el Bayern, el luso recuperó sus mejores sensaciones ante los rojillos. Sus dos misiles levantaron al Bernabéu y elevaron la moral de la tropa merengue hasta límites insospechados. Ya suma esta campaña 30 goles que le consolidan como Pichichi de esta Liga y ha marcado en los últimos siete partidos jugados en esta competición.
Desde que cumplió los tres partidos de sanción por su expulsión y gesto posterior contrario al buen orden deportivo en San Mamés, Ronaldo aterroriza a las zagas rivales con 13 dianas en 11 partidos. En el total del curso, 51 goles en 41 encuentros oficiales, ya que suma también 14 en Champions –donde sólo dejó de marcar ante el Bayern y en Dortmund porque no jugó por lesión e iguala el récord en una temporada de José Altafino, Van Nistelrroy y Messi-, tres en Copa del Rey y cuatro con Portugal. Sus 65 dianas en la gran competición europea le sitúan a sólo dos de Messi y a seis del récord de Raúl González.
«Cristiano está bien. Ante Osasuna jugó con más seguridad y confianza que frente al Bayern. Todo está bien porque pudieron descansar algunos jugadores y ganamos sin necesidad de emplearnos con gran intensidad», resumió Ancelotti en su análisis posterior al partido del sábado por la noche. Carletto traslada una imagen de calma y de buen manejo del escenario que reconforta al club y a su hinchada. El Bayern puede presumir con argumentos de ser la ‘bestia negra’ histórica del Real Madrid pero el balance del técnico italiano ante los bávaros es magnífico, con cinco victorias y dos empates. Ya dejó patente siempre al frente del Milan que la maquinaria alemana no le asusta y que la ingeniería italiana está a su altura.
Sin inventos
«Todos tranquilos. No vamos a inventar nada en Múnich. Prepararemos bien el partido e iremos a marcar, no a defender», garantiza Ancelotti para evitar malos pensamientos que tienen mucho que ver con la cita liguera de la primera vuelta en el Camp Nou, donde Sergio Ramos ejerció como mediocentro en el gran error táctico del técnico transalpino esta temporada. Lo supo reconocer después y no volvió a jugar tan en función del rival y con tan poca personalidad.
El preparador de Reggiolo confirma que, si sus tres componentes están aptos, la ‘BBC’ actuará en Londres. Bale y Benzema no jugaron ante los navarros por simple precaución, ya que el galés ha superado el proceso vírico y las molestias en la rodilla del francés no son serias. No lo confirmó pero, seguramente, el sacrificado será Isco, que completó el partido ante Osasuna. Falta saber si el Madrid volverá al 4-4-3 o el ‘Expresso de Cardiff’ actuará como centrocampista con más recorrido y trabajo defensivo que de costumbre.