El pasado fin de semana Francisco de Orleans contrajo matrimonio con Theresa von Einsiedel en Baviera. Una boda que tardará en olvidarse en el estado por los más de 300 invitados que acudieron a la llamada de la princesa Beatriz de Orleans, que casaba a su hijo pequeño, Francisco de Orleans.

Con este enlace se han emparentado a dos grandes casas europeas, los Orleans y los Von Einsiedel, una familia noble vinculada a grandes dinastías del calendario Gotha como los Von Thurn und Taxis, los Baviera o los Luxemburgo.

El sol estuvo presente durante toda la celebración lo que ayudó para que la novia luciera radiante toda de blanco. El vestido, que como es constumbre fue uno de los grandes secretos de la boda, era encorsetado y bordado en la parte superior, con encaje en las mangas y vuelo en la falda. Un ramo de rosas en tonos amarillo y rosa completaba el ‘look’. Por su parte, el novio se decantó por chaqué con camisa blanca, chaleco amarillo y corbata azul estampada. Eso sí, el sombrero de copa gris fue su toque de distinción

La celebración se desarrolló en el castillo familiar de la novia en Niederaichbach, en la zona de Baja Baviera. La ceremonia civil se realizó en la mañana del viernes, acudiendo solamente los familiares más cercanos. Beatriz de Orleans lució un diseño de Christian Lacroix y por la noche disfrutaron de una gran fiesta flamenca, haciendo de este modo un guiño a la patria del novio, que nació el 10 de febrero de 1982 en la Clínica Santa Cristina de Madrid, mientras su madre dirigía Dior.

En la mañana del sábado se desarrolló la ceremonia religiosa, en la Basílica de St. Jakob, en Straubing y, en esta ocasión, Beatriz de Orleans vistió un conjunto del diseñador español Santiago Bandrés.

El almuerzo de honor tras la ceremonia se desarrolló en el castillo de los Von Einsiedel, una casa del siglo XVII que tiene su propia capilla y un edificio residencial dividido en dos alas. Por la noche, baile de gala con el que se puso fin a las celebraciones.