El papa emérito Benedicto XVI cumplió ayer 88 años y lo celebró en el Vaticano con una fiesta al estilo bávaro, en la que no faltó la música y la cerveza típica de esa región alemana, de la que es originario.
Aunque en la Santa Sede es tradición celebrar los onomásticos, Benedicto XVI festejó su cumpleaños a las puertas de su residencia, el convento “Mater Ecclesiae”, junto a un grupo de personas ataviadas con el traje típico de su región de origen.
Durante los festejos, el Papa emérito firmó banderas del estado federado de Baviera, en el sur de Alemania, y disfrutó de la música y de la cerveza típica de esta región.