EN LA BUSQUEDA DE UN GOBIERNO COMÚN

PUBLICIDAD

Apartamentos Turisticos Puerta Nueva

Seriedad, objetividad, decisión y esperanza, palabras pronunciadas por Angela Merkel en el Acuerdo de Coalición entre los dos grandes partidos populares alemanes, los Cristianodemócratas y Socialcristianos bávaros (CDU/CSU) y los Socialdemócratas del SPD, tras las elecciones al Bundestag en 2005. Fue, en ese momento, cuando Alemania cambió su rumbo dando comienzo la segunda GROBE KOALITION de la Bundesrepublik.
Similar panorama podría producirse tras las elecciones del próximo 22 de Septiembre. El electorado alemán decidirá la nueva correlación de fuerzas en el Bundestag, y todo apunta, salvo sorpresa de última hora, que la Canciller de Hierro obtendrá, previsiblemente, el mayor número de escaños. Esta predicción ha tomado más fuerza aún, después de la corroboración de varios factores. El primero, la victoria aplastante del CSU en el Land de Baviera; segundo, tras conocer la valoración como canciller de Angela Merkel superando el 60%; y entre otras cosas, porque su receta de austeridad para hacer frente a la crisis económica europea y alemana y la determinación e intransigencia con la que la defiende parece ser del grado de la mayoría de los ciudadanos alemanes. Pero sin lugar a dudas, el factor más importante es su principal oponente. El candidato de la Willy Brandt Haus (sede de los socialdemócratas en Berlín), Peer Steinbrück, ex ministro de Hacienda de Merkel en la Gran Coalición de 2005-2009 y, potencial candidato a canciller en las elecciones federales, cuenta con unos perfiles bajos de liderazgo y legitimidad , no solo dentro de su partido sino también ante la opinión pública y electorado. Hay que recordar que, nada más llegar al Ministerio en su etapa de gobierno, anunció un ambicioso Plan de Privatizaciones (el lastre histórico de la Agenda 2010 y el paquete Harz IV de la era Schroder que tanto daño ha hecho a su electorado) o las salidas de tono o impasses dedicados a Merkel, Ella es querida porque tiene un plus femenino o las palabras de cariño dedicadas a Il Cavaliere y al cómico Beppe Grillo, Italia no se merece estos dos payasos, entre otras.
Pero la gran incógnita es saber quien será su compañero de gobierno. El sistema político alemán permite descartar mayorías absolutas, así que, el plan A sería repetir con los liberales del FDP, la opción más deseada, pero sus pronósticos de superar el 5% de la barrera legal establecida para tener participación en el Bundestag son dudosos. El ejemplo lo tenemos en las elecciones regionales celebradas el pasado domingo en el Land de Baviera donde los liberales han quedado dos puntos por debajo de ese 5%, un duro revés para el líder de la formación y ministro de Economía de Merkel, Rosler, y un acicate más a la oposición en la carrera a los comicios del 22 de Septiembre. Eso preocupa en la Sede Democristiana.
Ya hay quien dice que Merkel y el CDU han reaccionado y que su estrategia es pedir encubiertamente el voto por el FDP. El sistema electoral alemán da dos votos a cada ciudadano, uno por cada lista cerrada que se presenta al Bundestag, y otro para los candidatos directos de cada circunscripción electoral. De esta forma, algunos militantes cristiano demócratas dividirían sus votos y, así permitir que su socio mantenga su status actual. Y un plan B, y dadas las circunstancias, la más plausible y la que muchos alemanes desean, regresar al modelo de su primer mandato 2005-2009, la Gran Coalición entre el CDU/CSU y SPD, una Coalición que abrió nuevas oportunidades (sanear-invertir y reformar). Esta situación generó en toda Europa la expectación de comprobar si dos partidos tan opuestos podrían gobernar juntos, y hacerlo bien.
Pues bien, como ya ocurriera en 2005, muchas son las posibilidades de conformar gobierno y aunque las circunstancias en términos de aritmética electoral son diferentes, ya que no se prevé un empate técnico entre los dos grandes partidos en estas elecciones, como si ocurrió en 2005, la idea de conformar un gobierno común entre los dos grandes persiste entre el electorado.
Esta Gran Coalición no interesa a Merkel por ser la solución óptima para Alemania, fundamentalmente le favorece para reforzar su capacidad de liderazgo nacional y europeo que le permitirá determinar el desarrollo político de Alemania y, lo más importante, condicionar de forma determinante la dirección de todo el continente. Y es que, los líderes que demuestran su capacidad para equilibrar y formalizar grandes acuerdos de este tipo pasan a ser, más que gobernante, estadistas, y con ello, acrecientan su figura y poder. Además, incrementan su rédito electoral y el del partido que representan como quedó demostrado en la primera experiencia de Merkel con la Gran Coalición del 2005.
Muchos son los factores influyentes: ambos partidos se arrogan el mismo espacio político, el miedo histórico a la inestabilidad política, la igualdad y la escasa diferenciación en los proyectos políticos, donde en palabras de Steinbrück nuestra distancia es más fina que una hoja de papel( provocando nuevamente enojo político y descontento del electorado), el temple defensivo de la democracia alemana, la llamada Democracia Defensiva(una de las característica más relevantes del sistema de partidos),el ineludible compromiso por Alemania y, en la necesidad política del Estado. Factores básicos que caracterizan la cultura política y que hacen del modelo político alemán unos de los más estables, situación que para muchos sectores parece una indefensión y que a largo plazo podrían debilitar las premisas democráticas. No me extraña que el candidato socialdemócrata, lejos de buscar puntos en común con Merkel, esté subrayando sus diferencias y quiera ahuyentar el fantasma de la Gran coalición buscando a los descontentos por la crisis y abanderando la justicia social. Ni su partido ni el electorado le ven con el perfil suficiente para combatir el fuerte liderazgo de Merkel al frente de un gobierno común, ya que, el SPD podría perder nuevamente más votantes a pesar de los mimos que la canciller le dedico en su último debate televisivo. Merkel recordó a Steinbrück que no le fue nada mal en su etapa como ministro de Finanzas y, que no sería una desgracia para Alemania volver a rememorar aquella Gran Coalición. Por tanto, el futuro del candidato socialdemócrata dependerá de los pujantes Verdes (DIE GRÜNEN) y la recuperación de su partido, el SPD, si puede claro. De momento, se impone el Merkiavelismo y su fortaleza, tanto es así que, no me extraña que cerrara el debate televisivo de esta manera, Sie kennen mich (Me conocen)


Luis Miguel Carmona Ledesma
Licenciado en Ciencias Políticas y Sociología

This entry was posted in ES and tagged by News4Me. Bookmark the permalink.

About News4Me

Globe-informer on Argentinian, Bahraini, Bavarian, Bosnian, Briton, Cantonese, Catalan, Chilean, Congolese, Croat, Ethiopian, Finnish, Flemish, German, Hungarian, Icelandic, Indian, Irish, Israeli, Jordanian, Javanese, Kiwi, Kurd, Kurdish, Malawian, Malay, Malaysian, Mauritian, Mongolian, Mozambican, Nepali, Nigerian, Paki, Palestinian, Papuan, Senegalese, Sicilian, Singaporean, Slovenian, South African, Syrian, Tanzanian, Texan, Tibetan, Ukrainian, Valencian, Venetian, and Venezuelan news

Leave a Reply