Mujer sentada, de Henri Matisse.
Cornelius Gurlitt, el anciano de 81 años que durante décadas guardó en una vivienda de Munich una valiosa colección de cuadros en parte robados por los nazis, alcanzó hoy un acuerdo con el gobierno alemán para analizar todas las obras sospechosas de haber sido robadas con el fin de devolverlas a los propietarios originales.
Gurlitt “se mostró preparado para permitir que se analicen todos los cuadros sospechosos de haber sido robados para establecer su procedencia”, informó el gobierno alemán, el Ministerio de Justicia de Baviera y los abogados del anciano, cinco meses después de que saliera a la luz el espectacular descubrimiento.
Según se dijo, Gurlitt “se compromete a devolver de manera voluntaria todos los cuadros que hayan sido robados”, indicó la ministra regional de Cultura de Baviera, Monika Grütters, a la cadena de televisión 3sat.
Gurlitt recibirá de nuevo las obras incautadas por las autoridades como máximo dentro de un año. Hasta entonces podrá acudir a verlas siempre que quiera. “Tiene acceso a los objetos de arte. Puede visitar los cuadros”, informó su asesor Christoph Edel.
Las obras confiscadas al anciano permanecen aún bajo custodia de las autoridades y forman parte de la plataforma online “Lost Art” (Arte perdido). El grupo especializado “Schwabinger Kunstfund” será el encargado de analizar todas las obras pertinentes en el plazo de un año.
Gurlitt contará con al menos un científico en el grupo de expertos encargados de analizar todas las obras para garantizar con ello los intereses del coleccionista.
Los costes de los análisis para establecer el origen de las obras serán asumidos por el gobierno alemán y por el estado federado de Baviera. También en el caso de los cuadros propiedad de Gurlitt que no han sido confiscados actualmente.
Hace más de dos años se encontraron en el piso de Gurlitt un enorme tesoro artístico. Su colección de 1.280 cuadros contaba con obras de maestros como Picasso, Chagall o Monet, de las cuales se sospechaba que cerca de 500 habían sido robadas por los nazis. A finales de marzo, Gurlitt informó de su intención de devolver las obras que anteriormente estaban en manos de familias judías.
La primera obra que será devuelta a sus propietarios originales será el retrato de “Mujer sentada” de Henri Matisse. La obra robada por los nazis perteneció un tiempo a la colección de arte del comandante nazi Hermann Göring hasta que acabó en posesión de la familia Gurlitt, cercana al régimen nazi. Ahora será devuelta a los herederos del coleccionista judío Paul Rosenberg.
A finales de enero, el anciano ya había anunciado que estaba considerando devolver esas obras. “Está dispuesto a analizar las demandas de arte robado y tomar una decisión justa al respecto”, anunció entonces su abogado Hannes Hartung.