Un equipo de, al menos, 12 socorristas intentaba rescatar hoy al investigador alemán de 52 años que quedó atrapado en el sistema de cuevas Riesending, en los Alpes, un esfuerzo que podría llevar días debido a los retorcidos pasadizos y desfiladeros. A estos los secundan 52 expertos en rescate en cuevas de Baviera y otros 28 de Austria.
El hombre, cuyo nombre no ha sido divulgado, sufrió lesiones en la cabeza y en la parte superior del cuerpo. Uno de sus dos acompañantes, quien está ileso, tuvo que ascender 12 horas hasta la entrada de la cueva para avisar a las autoridades, mientras que el otro se quedó con él.
El investigador está casi 1.000 metros bajo tierra “en una de las cuevas más complejas de Europa”, señaló el oficial de rescates de montaña Klemens Reindl a la televisora N-TV. “Tenemos pozos verticales de hasta 350 metros donde se puede subir y bajar con una cuerda”, explicó.
El sistema de cuevas tiene puntos estrechos por los que sólo una persona delgada podría pasar, y los exploradores tienen que lidiar también con el agua, según remarcó el servicio de rescate en montañas.
Los socorristas instalaron una línea telefónica de varios metros de profundidad para ayudar en el trabajo de rescate. También colocaron campamentos dentro del sistema de cuevas, ubicado muy cerca de Austria.