Las principales capitales europeas recibieron el año 2016 bajo un clima de alerta total y extrema vigilancia ante la amenaza de nuevos atentados terroristas.
El principal foco de atención lo tuvo la ciudad alemana de Múnich, ya que las autoridades decidieron evacuar dos estaciones de trenes, la central de la ciudad y la del barrio Passing, frente a posibles ataques.
También se le recomendó a la gente evitar aglomeraciones públicas. Según el ministro de Interior del estado federado de Baviera, Joachim Herrmann, el grupo terrorista “Estado Islámico” (EI), también conocido como ISIS o Daesh, tenía planificado realizar un ataque terrorista durante la noche vieja.
Poco antes del mediodía del viernes, luego de casi 12 horas de alerta, las autoridades decidieron dejar sin efecto las medidas de seguridad, admitiendo que no tenían pruebas concretas de la identidad de los posibles terroristas.
La policía de Baviera reveló también que habían recibido la identidad de los sospechosos a través de servicios de inteligencia extranjeros.
Sin embargo, según la radio bávara, las autoridades federales y la Policía de Múnich habían sido alertadas por la inteligencia estadounidense hace ya varios días.
Por su parte, el titular del Interior alemán, Thomas de Maizière, señaló que la amenaza terrorista en Alemania continuará siendo elevada también este año y “no se reducirá en un futuro próximo”.
Bélgica también vivió momentos de tensión. A pocas horas de que finalizara el año, la fiscalía anunció el jueves una nueva detención de un hombre al que se le relaciona con los atentados terroristas del 13 de noviembre en París donde murieron 130 personas y más de 300 fueron heridas.
La fiscalía también realizó interrogatorios a seis personas, que fueron arrestadas en distintas redadas, y que habrían estado planeando atentar la noche de Año Nuevo en el país.
La alerta ante posibles ataques obligó al alcalde de Bruselas, Yvan Mayeur, a cancelar los fuegos artificiales y las celebraciones tradicionales en el centro de la ciudad.
Por otra parte Francia, que desplegó a 60.000 militares en todo el país y mantuvo a un 80 por ciento de sus fuerzas especiales activas, tuvo un incidente menor al sureste de su territorio.
Un hombre a bordo de un auto embistió el viernes a cuatro militares que custodiaban la Gran Mezquita de Valence.
El hombre, que actuó solo, lanzó en dos ocasiones su auto contra los militares en el estacionamiento de la mezquita, pero estos lograron herirlo. El lugar estaba repleto de gente en el día de la plegaria semanal.
“La amenaza terrorista está a su nivel más alto”, insistió el presidente francés François Hollande, en su discurso de año nuevo. “Desbaratamos, de forma regular, nuevos atentados y por ello, mi primer deber es protegerlos”, añadió el mandatario.
En Nueva York también, la cúpula del FBI anunció haber frustrado un posible ataque, de un seguidor del EI.