Ein bier, bitte! (“¡una cerveza, por favor!”) es, sin lugar a dudas, el grito más repetido estos días en Munich, que celebra un año más la Oktoberfest, la fiesta de la cerveza más grande y popular del mundo. A lo largo de dos semanas -se prolonga hasta el 6 de octubre-, la capital de Baviera se llena de visitantes de todo el planeta dispuestos a disfrutar de una tradición que cuenta con más de 200 años de historia.
Durante la Oktoberfest se consumirán ni más ni menos que siete millones de litros de cerveza, acompañados de 30.000 kilos de pescado, 330.000 salchichas y 80.000 litros de vino, en un entorno de lo más “tradicional”. Y es que camareras ataviadas con los los trajes típicos de la región sirven sin titubeos hasta una docena de jarras de litro.
El legendario Prado de Teresa acogerá de nuevo entre seis y siete millones de personas, en una fiesta que se remonta a 1810, organizada con motivo de la celebración en su día de la boda entre el Príncipe Luis I de Baviera y Teresa de Sajonia y Hildburghausen. Desde entonces, ha tenido lugar de forma regular a excepción de contadas ocasiones, por causas políticas o económicas de fuerza mayor.
La Oktoberfest, la cerveza y la fiesta que la rodea -con desfiles, música y todo tipo de atracciones- es una excusa más para visitar una de las ciudades más atractivas de Europa. Os proponemos preparar una escapada de última hora y aprovechar la ocasión de presenciar el encuentro del Bayern que el próximo domingo se enfrenta al Wolfsburgo o el del Munich 1860 contra el Energie Cottbuss del domingo siguiente, ambos en el mítico estadio Allianz Arena.