El gobierno regional de Baviera amenazó hoy con recurrir al Tribunal Constitucional (TC) si el Ejecutivo alemán, presidido por Angela Merkel, no toma medidas concretas para detener el flujo de refugiados al país.

“Consideramos que hay que reducir el flujo de refugiados para que la integración de los que llegan sea factible y también por razones de seguridad”, dijo el primer ministro bávaro Hors Seehofer, también presidente de la Unión Cristianosocial (CSU), considerada como el ala bávara de la Unión Cristianodemócrata (CDU) que preside Merkel.

Seehofer, en compañía del ministro regional de Interior Joachim Hermann, presentó también una serie de medidas acordadas por su gabinete para mejorar la integración de refugiados y un listado de peticiones al gobierno federal.

Por un lado, Baviera exige que se cumplan las normas europeas después de que muchos países hayan dejado de aplicar el acuerdo de Dublin y pide al Gobierno de Merkel que presione ante los socios de la Unión Europea (UE).

Por otro lado, los bávaros exigen controlar mejor las fronteras alemanas y utilizar la posibilidad de devolver a un tercer país seguro a los refugiados antes de que ingresen al territorio alemán.

Sus propuestas en favor de la integración incluyeron la creación de más de 3.000 plazas nuevas en los organismos encargados de la integración, además del compromiso de buscar un pacto de empleo con la patronal bávara para integrar a los refugiados al mercado laboral.

Tras escuchar al socio bávaro de la gran coalición que gobierna Alemania, el ministro del Interior alemán, el cristianodemócrata Thomas de Mezière, restó importancia a sus amenazas.

“Todo el mundo puede recurrir al Tribunal Constitucional”, zanjó antes de rechazar la posibilidad esgrimida por Baviera de devolver a los refugiados a un tercer país seguro en la frontera germano-austríaca.

A su juicio, esa no es la manera de solucionar el problema de forma duradera y eficaz.

“Necesitamos una protección fuerte y eficaz de las fronteras exteriores europeas”, subrayó el ministro, al tiempo que propuso una guardia costera europea que podría asumir esa tarea.

Recordó además la necesidad de ayudar a los países que cuentan con grandes campamentos de refugiados, con el fin de evitar que todavía más personas partan hacia Alemania.

Mientras tanto, los líderes regionales alemanes volvieron a alertar hoy de que sus recursos son limitados.

Tras una reunión de los responsables de los 16 estados federados, el alcalde-gobernador de Bremen, el socialdemócrata Carsten Sieling, subrayó la enorme carga que supone para los “Länder” y los municipios la llegada masiva de refugiados.

“No cabe duda de que los estados por sí solos no pueden afrontarlo”, declaró Sieling para insistir en la necesidad de seguir hablando con Berlín sobre el apoyo financiero en el futuro.

En línea con la amenaza bávara de recurrir al Constitucional, la formación euroescéptica Alternativa para Alemania (AfD) anunció también la intención de presentar una demanda contra la canciller por su política de asilo.

“La señora Merkel ha ejercido de traficante de personas” al decidir a principios de septiembre permitir la entrada de miles de refugiados desde Hungría, declaró el vicepresidente del partido, Alexander Gauland.

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