Berlín, 18 Ene (Notimex).- Las voces críticas contra la canciller federal Angela Merkel, que se oponen a la gestión de la crisis de refugiados, no cesan desde hace meses en su partido y el tono es cada vez más desafiante entre los políticos de su formación hermana, la CSU bávara.
El último crítico en pronunciarse ha sido Edmund Stoiber, antiguo jefe de la CSU (Unión Social Cristiana de Bavaria) y ex gobernador (Ministro Presidente) de Baviera.
Stoiber dio este lunes un ultimátum a Merkel para que cambie una postura que él considera demasiado laxa y para que aplique medidas más restrictivas que ayuden a reducir el número de solicitantes de asilo que llegan al país.
En una entrevista concedida al diario muniqués “Süddeutsche Zeitung”, Stoiber exigió cambios inmediatos. “Angela Merkel debe cambiar su posición, porque de lo contrario eso tendrá consecuencias desastrosas para Alemania y para Europa. Espero que ella lo haga”, declaró.
En su opinión, la canciller federal debe aplicar cambios antes de finales de marzo, fecha en la que tendrán lugar elecciones regionales en Alemania.
“Como máximo hay que resolver la actual situación antes de que termine el mes de marzo, la CSU debe convencer a la CDU (la Unión Demócrata Cristiana, partido del que Merkel es presidenta) y, si es necesario, ir en contra de la opinión de Angela Merkel”, concluyó.
El ex presidente de Baviera exige que Alemania cierre sus fronteras a la entrada masiva de refugiados y expulse a aquellos a quienes no se les conceda el derecho de asilo.
“Hoy en día tenemos una situación de acceso libre en nuestras fronteras y no sabemos quién entra a nuestro país”, alegó.
Asimismo, recordó que muchos países europeos entienden en la actualidad que la crisis migratoria es un problema únicamente alemán porque la mayoría de los refugiados quieren entrar en el país centroeuropeo.
El cierre de fronteras no es la única demanda que se exige desde las filas de la CSU bávara. El partido hermano de la CDU de Merkel quiere también realizar una modificación de la constitución de la región que sirva para obligar a los refugiados a respetar los valores centrales de Alemania.
Así lo aseguró el líder parlamentario de la CSU, Thomas Kreuzer, en declaraciones al diario “Münchner Merkur”. Entre las modificaciones, se contemplan compromisos en relación al aprendizaje forzoso de la lengua alemana, la aceptación de las tradiciones del país y una definición de tolerancia.
Esta enmienda constitucional deberá aprobarse a través de una mayoría de dos tercios en la cámara legislativa de Baviera. En caso de que no salga adelante, la CSU quiere iniciar el proceso para convocar un referéndum.
Por su parte, desde las filas socialdemócratas continúan exigiendo a los países del norte de África que acojan a los compatriotas cuyas peticiones de asilo han sido rechazadas en Alemania.
El vicecanciller federal y ministro de Economía, Sigmar Gabriel, dijo anoche en la televisión de derecho público que países como Marruecos o Argelia deben responder a las demandas de Alemania. De no hacerlo, amenazó con recortar las ayudas al desarrollo a estos países.
“No puede ser que acepten las ayudas al desarrollo pero no a sus propios ciudadanos”, concluyó Gabriel.
El gobierno alemán, con el objetivo de limitar la entrada de ciudadanos de Marruecos y Argelia en el país, muy numerosa en los últimos meses, tiene intención de declarar a estos estados como “países de origen seguros” y así facilitar la expulsión de sus ciudadanos del territorio alemán.