NY Times | 2014-04-08 | 12:07

Berlín — El gobierno de Alemania anunció ayer un acuerdo con Cornelius Gurlitt, hijo de un traficante de arte de la época de los nazis, el acuerdo preparará el camino para la posible restitución de obras de arte que fueron robadas a propietarios judíos y que formaron parte de la colección personal de Gurlitt por varias décadas.

Los abogados de Gurlitt, representantes del estado de Baviera, y el gobierno federal alemán acordaron que se le concedería un equipo, asignado por el gobierno, de expertos internacionales, durante un año para investigar las obras confiscadas del apartamento de Gurlitt en Munich en el 2012.

El acuerdo entrará en vigor cuando las obras, la cuales están en posesión de las autoridades de Baviera como parte de una investigación delictiva, sean reveladas. Esto aplica para toda obra de arte de dudosa procedencia que forma parte de la colección de Gurlitt, la cual se conoce como el Tesoro de Arte de Munich. Las autoridades dijeron que Gurlitt puede comprobar cierta propiedad legal de algunas de las obras.

El acuerdo al que se llegó tras varias semanas de negociaciones, pasará por alto el estatuto de limitaciones a 30 años que aplica a toda propiedad robada en Alemania, y con ello, se hace evidente la voluntad que tiene el gobierno alemán para darle resolución a los reclamos pendientes relacionados con las obras de arte robadas por los nazis.

La resolución se da meses después de que el público se enterara por primera vez de las más de mil 280 obras —incluyendo aquellas de artistas importantes como Picasso, Chagall y Gauguin— que estaban en posesión de Gurlitt. Estas fueron confiscadas por los fiscales de Augsburgo como parte de una investigación de evasión de impuestos. Cuando los noticieros alemanes dieron a conocer la existencia de estas obras el pasado noviembre, se desencadenó con ello una indignación generalizada alrededor del mundo.

<!—->