Agencias
Alemania registró más de 900 mil refugiados sólo este año, reveló hoy el gobierno del estado federado de Baviera. Son cifras que ponen presión sobre la canciller Angela Merkel, cada vez más criticada dentro de su propia coalición.
“Reduciremos el número de refugiados. Es nuestro interés”, dijo Merkel al hablar ayer ante el congreso de la Unión Socialcristina (CSU), el ala bávara de su partido.
Merkel subrayó que deberían construirse centros de registro y redistribución de los migrantes en Italia y Grecia, junto a una solución “europea e internacional”.
Límites. El ministro del Interior de Bavaria, Joachim Herrmann, explicó que la cifra actualizada de 900 mil refugiados, extraída del llamado sistema EASY –una aplicación informática utilizada para la distribución de los solicitantes de asilo por todo el territorio alemán– fue superada el jueves por la noche.
El gobierno federal mantiene oficialmente su previsión de 800 mil solicitantes de asilo hasta final de año.
No obstante, desde hace semanas circulan especulaciones de que la cifra de refugiados podría llegar incluso al millón y medio, según un informe confidencial del Ejecutivo al que se refirió el semanario Der Spiegel en su útlima edición.
La cifra de refugiados registrados supera con diferencia la de solicitudes de asilo, ya que las autoridades no son capaces, ante el gran volumen de trabajo, de procesar las peticiones al mismo ritmo.
“Es posible que algunos hayan sido contados dos veces. También hay otros que en tanto ya han abandonado Alemania”, declaró Herrmann respecto a las cifras del sistema EASY.
De todos modos, Herrmann recordó que se trata de una cifra récord en la historia de Alemania.
“Es evidente que no podemos mantener estas dimensiones el año que viene”, advirtió el ministro bávaro, quien subrayó la necesidad, “en cualquier caso, de reducir el número de refugiados”.
Por su parte, el presidente de la Unión Socialcristiana (CSU) y jefe de Gobierno bávaro, Horst Seehofer, volvió a exigir de forma categórica a la canciller un cambio de rumbo en materia de política de asilo.
“Da igual las vueltas que se le quiera dar, no hay nada que no pase por una limitación, por un tope”, declaró Seehofer pocas horas antes del discurso de Merkel –que se opone a fijar una cifra máxima– como invitada en el congreso del ala bávara de su partido, la Unión Cristianodemócrata (CDU), que se desarrolla en Munich.
Según el jefe del Ejecutivo bávaro, “falta la respuesta central: una limitación general”.
Precisamente la política de asilo es el tema central de este congreso de la CSU, que entre otras cosas, pide cuotas establecidas para el año que viene en lo que se refiere a la acogida de nuevos refugiados