Las autoridades alemanas aseguraron que cuando los refugiados entran al país y son hospedados, son registrados en los centros de recepción. Si sus bienes superan los 750 euros, éstos son decomisados.

La ley alemana avala este polémico hecho de poder confiscar dinero y objetos de valor. El ministro de Interior de Baviera, Joachim Herman explicó al diario Bild que eso ocurre cuando se espera que luego los refugiados tengan una deuda que pagar al estado.

Por su parte, el ministro de Integración de Baden-Wurttenber, aclaró que solo decomisó dinero en concretos casos y que este hecho no se realiza sistemáticamente.

“Quien pide asilo en principio tiene que gastar sus ahorros antes de recibir ayuda y eso incluye también las joyas que tenga. Aunque haya prejuicios arraigados, la situación de un peticionario de asilo no es mejor en ese sentido que la de un receptor de ayuda social”, explicó la encargada de Integración del Gobierno federal, Aydan Ozoguz, al mismo Diario, basándose en la ley de asilo en Alemania.

Por otro lado, el partido opositor “La izquierda” se mostró totalmente disconforme con esta práctica y opinó que si se quiere hacer que los refugiados contribuyan a su manutención, hay que darles trabajo rápidamente.