Alemania parece estar más cerca de alcanzar a Italia con cuatro campeonatos Mundiales, que Argentina de poder alcanzar a los “teutones” como tricampeones.

Aunque no podemos descartar a Argentina, todo parecería indicar que serán nuevamente víctimas de los alemanes, en primera por la historia de los enfrentamientos entre ambas naciones, por la solidez alemana y por el momento en el que llegan, los de Sabella saben que esta oportunidad es única, probablemente irrepetible, por lo que sin duda dejarán el alma y el prestigio del balompié sudamericano, que no es poco decir, para conseguir su tercera copa

Como referencia, de los seis enfrentamientos que existen entre ambas escuadras, Alemania se ha impuesto en cuatro, por una victoria de los sudamericanos y un empate. Un claro dominio “teutón” que se ha prologando en los últimos tres enfrentamientos, con la peculiaridad de que el único partido ganado por la “albiceleste” fue la final en México 86.

Italia 90, los europeos vencen por la mínima diferencia a los que tenía a Maradona como máximo referente; Alemania 2006, los locales tuvieron que recurrir a la definición por penales para avanzar a las semifinales; cuatro años más tarde, en Sudáfrica 2010, el equipo bávaro destrozo categóricamente al equipo dirigido en ese entonces por “el pelusa”, por un 4-0. Los otros dos encuentros se registraron en Suecia 1958, donde los tricampeones mundiales se impusieron por 3-1, mientras que en Inglaterra 66, resultó un empate a cero goles.

Otro punto, de índole cabalística, es que de las dos finales disputadas entre ambos equipos, Argentina perdió aquella en la que vistió en color azul por su calidad de visitante, misma que repetirá el próximo domingo, donde estrenará indumentaria después de llegar ganando enfundados en la tradicional camiseta a rayas blancas y azules.

Volviendo a lo futbolístico, Alemania, que llega con una imagen demoledora, también llegará mentalmente muy fuerte, un poco más que siempre, tras haber sacado a Brasil de su Mundial, en un partido que si bien dio espacio para que se luciera el equipo alemán, quienes exponenciaron sus virtudes ante un muy descolorido Brasil, de cristal a la defensiva, nula pegada al frente y con la presión de estar obligados a poder trascender, pues el sólo hecho de jugar el Mundial en casa, para ellos era suficiente.

Casi ridículo se podría calificar dicho espectáculo, pues parece inconcebible que un equipo pueda anotar todas las oportunidades que se le presentan, mientras que el otro permita que penetren su última zona sin poner resistencia. La combinación de ambos factores, da la impresión de que los bávaros no tendrían rival, el equipo que ha venido trabajando junto desde el ciclo mundialista pasado, con su base fundamentada en el equipo campeón de Alemania (Bayern Munich)

Además de la goleada ante la “canarinha”, Alemania sólo lució arrollador ante una Portugal, que con el paso de los minutos, se fue desmoronando entre un penal, una expulsión y las lesiones que se le presentaron; de ahí en fuera no se vio la mejor versión “teutona”, que parecía bastarle jugando casi a medio gas.

Por otra parte, es cierto que con el paso de los encuentros se ha notado una Argentina cada vez más sólida, que aunque no ha estado ni cerca de arrollar a sus rivales, equipos que también dejaron mucho que desear, sí ha demostrado el oficio para conseguir el objetivo de ir avanzando, de romper sus propias barreras, aún a la espera de que se conecten sus jugadores de ofensiva y muestren lo que se esperaba de jugadores de tal calidad antes del inicio de la competición.

Sin embargo y desde mi punto de vista, Argentina necesita una pincelada magistral para vencer a los alemanes, además de la asegurada entrega que pondrán por hacer historia y ensanchar su palmarés, o bien, una tarde accidentada para los de Löw, pues a pesar del potencial ofensivo que tiene la “albiceleste”, el equipo se ha recargado en su trabajo a la defensiva, esperanzados demasiado en lo que puede hacer Messi, que tampoco se ve en plena forma. El otro jugador diferente, Ángel di María, capaz de poder inclinar la balanza ante la poca conjunción de los jugadores que ofenden, está a reserva de poder estar en condiciones, en una carrera contra el tiempo.

Por supuesto, las estadísticas, formas y cábalas pueden ser maleables, sin embargo, son cosas que existen y contras las que tendrá que remar el cuadro “albiceleste” si se quieren subir al primer peldaño.

Por el premio de ¿consolación?

Brasil tendrá que salir por la reivindicación ante su gente y aunque seguramente aunque se consiga la tercera posición de la competición que se realiza en su patio, pues sólo faltaron ellos para tener la final soñada ante Argentina, además de la vergonzosa manera en que cayeron en semifinales, por lo que debería de saberles a nada el supuesto tercer puesto, pero que para lo demostrado por el equipo de Luiz Felipe Scolari, parecería ser un premio muy grande, que se le debería de dar a algo intangible, la condición de local.

A Holanda también es claro que no le interesa demasiado el partido que se jugará el día de mañana, pues después de tres subcampeonatos mundiales, su única necesidad es poder coronar el buen fútbol que han mostrado con buenos combinados. No obstante, aunque cuentan con una envidiable plantilla, bien pudieron haber dejado su lugar a México o Costa Rica, contra quienes sembraron más dudas que certezas.

Bienvenidos al último fin de semana mundialista… el lunes todos volveremos a nuestra realidad, donde esperemos que se realice una mejor planeación en todos los niveles del fútbol mexicano, con miras en la cita de Rusia 2018, para cual la afición mexicana ya está contando los días.