Las autoridades alemanas, en alerta ahora por el alto número de yihadistas reclutados en Europa para luchar en Siria e Irak, facilitaron durante años que los radicales islámicos abandonaran el país al creer que era positivo para la seguridad nacional.
Así lo afirmó el jefe del departamento antiterrorista de la Policía de la Criminal (LKA) de Baviera, Ludwig Schierghofer, en declaraciones a la televisión pública WDR, donde explicó que hasta ahora se autorizó sin problemas y hasta alentó a los radicales a salir de Alemania.
Entre las fuerzas de seguridad alemanas se entendía que este proceder iba en favor de la “protección de nuestra población”, por encima del peligro que suponía dejar de tenerlos bajo su control y que pudieran recibir instrucción en campos de entrenamiento yihadistas en el extranjero.
“Si alguien en quien se había observado una radicalización quería salir del país, se facilitaba que lo hiciera e incluso se aceleraban los trámites para ello”, indica Schierghofer a ese medio, para añadir que con ello se pretendía sacar de Alemania cuanto antes a terroristas potenciales.
Esta línea de actuación se observó desde hace años, por indicación del Ministerio del Interior y con el acuerdo de los responsables de ese departamento en los “Länder”, los estados federados.
Estas declaraciones inciden en la alarma desatada ahora por el alto número de radicales que han sido reclutados en países occidentales por el Estado Islámico (EI) y presuntamente adoctrinados en campamentos de instrucción yihadistas.
Los servicios secretos alemanes estima en unos 450 el número de radicales islámicos que han salido de Alemania para sumarse a la yihad.
La mayoría de ellos tienen pasaporte alemán o doble nacionalidad y se tiene asimismo constancia de que unos 120 han regresado a Alemania tras pasar por campamentos de EI.
El mismo Ministerio del Interior informó la semana pasada de que hay una situación de “alto peligro en abstracto” de que se cometan atentados en el país.
Este peligro, señaló un portavoz de Interior, puede “concretarse en un ataque, de cualquier tipo y en cualquier lugar”, sin que se disponga de información precisa sobre la existencia de esa trama ni de sus autores.
Desde el departamento de Exteriores se elevó, asimismo la semana pasada, el nivel de sus advertencias a los viajeros a un veintena de países árabes, africanos o asiáticos por “alto peligro” de atentados o secuestros de ciudadanos germanos por parte de EI o grupos afines.